miércoles, 5 de febrero de 2014

San VALENTÍN todo el año.



SAN VALENTÍN


Siempre que se acerca San Valentín, parece que el mundo se vuelve de repente "Romántico". Pases por donde pases, solo ves carteles llenos de corazones enormes de color rojo, que te invitan a demostrar tu amor comprando el regalo más grande y caro de toda la tienda. 



Eso está genial, ¿pero que pasa con ese romanticismo el resto de año?. A mi me parece muy bien tener un día para poder celebrar algo tan bonito como sentirse enamorados, sobre todo es una buena excusa, para que aquellas personas que nunca encuentran una ocasión para ser dulces, atentos y cariñosos, puedan tener un detalle con la persona querida.


 Claro que precisamente esas personas, como no están acostumbradas a hacer algo de ese estilo, terminan metiendo la pata, siempre con buena intención, y comprándote las flores a las que eres alérgica, los bombones que no te gustan, o regalándote una ropa interior que te produce urticaria.....pero eso es otra historia.






Yo pienso que hay que aprovechar ese día para dedicarle una atención especial a las personas que quieres, dedicándole un rato a una relación que a veces, está un poco aparcada, a causa de la gran vida ajetreada que llevamos.


 Hay que pararse y pensar, por unos minutos en la otra persona, pero de verdad, no para comprarle lo más caro de la tienda, sino para poder sorprenderla con algo que realmente le haga sentir especial, que muchísimas veces, no tiene nada que ver con el dinero. 


Es algo tan simple como invitarla a pasear por la playa, hacerle la cena, o prepararle un baño para que pueda pasar un rato de relax, claro, que si lo acompañamos con un poco de imaginación y algunos detalles románticos, tampoco se van a despreciar.


Vamos, que este día de SAN VALENTÍN, yo por lo menos, en estos momentos de crisis financieras, voy a preparar un día familiar, si el tiempo me lo permite, con una escapada en familia a la playa o algún lugar diferente, todos juntos, cenando bocadillos y piruletas de fresa, y cuando los niños se duerman, dedicándole un ratito de arrumacos a mi relación, que también  lo merece.


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